Aprovechando el cierto éxito que estaba cosechando la nueva saga de “Star Trek”, empezada en 2009 por JJ Abrams, y el tirón que daría la segunda entrega, “Star Trek: Into Darkness”, en 2013 fue lanzado un videojuego que no solo compartía esa misma visión de la saga con el idéntico aspecto de personajes y diseño, sino que era un capítulo más que contaba los hechos ocurridos entre ambas películas. Para conseguir una mayor relación con ellas, el videojuego también contó con una banda sonora en la misma línea de las de Giacchino para las películas y con exactamente los mismos temas centrales.

La banda sonora fue escrita por Chad Seiter, compositor que ya había trabajado con Michael Giacchino como arreglista y compositor tanto en múltiples series de televisión como en la misma saga de “Star Trek”, y es por ello que contrataron a Seiter con la tarea de conseguir una banda sonora que funcionara musicalmente como si fuera exactamente un capítulo más de la saga. Ante semejante desafío, Seiter logró una espectacular banda sonora sinfónica que muy poco (o nada) tiene que envidiar a cualquiera de las tres creaciones de Giacchino para la saga de películas hasta la fecha pues, pese a ser un videojuego, realmente logra ser una música muy cinematográfica gracias al abundante uso de las referencias de la saga, construida muy sólidamente desde el excelente tema principal a muchos otros temas o motivos, pero también funcionando como un capítulo musical aparte y contando con un desarrollo propio, además de un buen número de nuevas referencias, como su poderoso contratema.

Se trata de una obra muy elaborada que, al igual que en las películas, abarca la acción con poderosos temas sinfónicos, épicos y de gran intensidad, pero también hay espacio para algunos momentos líricos y dramáticos, todos muy melódicos y bellos. Pero más allá de lo bien hecha que está la música, que en todo momento es muy espectacular, lo realmente elogiable de esta notable obra es que consigue contar con una personalidad y desarrollo propios sin salirse ni un momento de ese universo musical creado originalmente en las películas. Especialmente recomendable a los amantes de las bandas sonoras de Giacchino para la saga “Star Trek”, ya que ésta podría casi pasar por un capítulo musical más de la saga situado entre las dos primeras películas.