En su viaje en busca del mítico Vellocino de Oro, Jasón y sus compañeros viven las más extraordinarias aventuras, debiéndose enfrentar a todo tipo de seres mitológicos.
Pletórica y desbordante partitura con la que el compositor magnificó, aún más, la gran aventura del filme, dando vida con su música a los estraños seres que pueblan el relato, en un alarde de imaginación en la que es una de las grandes bandas sonoras del compositor para el género fantástico.