El legendario Clint Eastwood cumple hoy 94 años y sigue plenamente activo tanto delante como detrás de las cámaras: recién ha terminado el rodaje del que se augura podría ser su último filme, Juror No. 2, aunque lo de último suele ser una etiqueta supuesta por quienes somos más jóvenes y solo porque ellos (Eastwood, Erice, John Williams...) son venerables ancianos. Eastwood es actor, director, productor, compositor de bandas sonoras, tiene cuatro Oscar (más otras siete nominaciones), suma setenta años dedicados al cine y siente pasión por la música, demostrada en mucha de las películas que ha dirigido: sea con una sola melodía o con amplias partituras en sus filmes se muestra lo mucho que le importa y valora la música.

Como director, en su primera etapa trabajó con compositores de renombre como Michel Legrand (Breezy, 73), John Williams (The Eiger Sanction, 75), Maurice Jarre (Firefox, 82), Lalo Schifrin (Sudden Impact, 83) o especialmente Jerry Fielding, cuya maravillosa partitura para The Outlaw Josey Wales (76) fue la única de entre todas sus películas que alcanzó nominación musical al Oscar. Con Lennie Niehaus comenzó a colaborar en Pale Rider (85) y juntos firmaron catorce bandas sonoras, si bien Eastwood se reservó en algunas de ellas la creación del tema principal: Unforgiven (92), A Perfect World (93) y Mystic River (03) son las más destacadas. Es obligado reseñar la maravillosa Bird (88), en la que Niehaus fue supervisor musical de los temas preexistentes jazzísticos, la música que tanto apasiona a Eastwood y tanto le unió a Niehaus hasta su merte en 2020. Asimismo ha hecho películas con bandas sonoras de canciones, y él mismo ha asumido la creación total de la música, pero ciertamente con desiguales resultados: es The Bridges of Madison County (95) la más sobresaliente de todas. Su hijo Kyle también ha puesto música a sus filmes más recientes y hasta la fecha ha sido Mark Mancina (Cry Macho, 21) el compositor de su última película. Juror No. 2 no tiene, de momento, compositor asignado.

En los estudios de grabación de la Warner Bros. en Burban hay uno que lleva su nombre: Eastwood Scoring Stage. Clint Eastwood y música son prácticamente lo mismo. Un cineasta único, un melómano de primera, un amante de la música de cine como pocos. Más temprano que tarde habrá de marchar, pero lo que nos deja a los demás, también en lo musical, es admirable.