Un sacerdote confiesa a un hombre que le explica ha cometido un crimen. Obligado a guardar secreto, debe luchar contra sí mismo cuando aparece como el principal sospechoso.
Intensa banda sonora dramática, que peca por sus excesos en el largometraje por su constante presencia. El compositor aplica una música expiatoria, por momentos de fuerte contenido religioso. Se incluye en Alfred Hitchcock et la musique (03)