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TREDOWATA

INFORMACIÓN DISCOGRÁFICA
Compositor: Kilar, Wojciech
Sello: BMG
Duración: 72 minutos
INFORMACIÓN DE LA PELÍCULA
Título original: Tredowata
Director: Jerzy Hoffman
Nacionalidad: Polonia
Año: 1976
ARGUMENTO

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PUNTUACIÓN MUNDOBSO
8
PUNTUACIÓN USUARIOS
8.8
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Total de votos: 5
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COMENTARIO MUNDOBSO

Bellísima partitura, que en este recopilatorio se presenta en dos temas: el primero, bucólico y elegante, da paso al segundo, un apoteósico vals de radiante melodía y prestancia. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Kilar. Warsaw To Hollywood (97).

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Usuario: Ángel González
Fecha de publicación: 19.08.2019
Aprovechando la entrada de los 25 mejores valses quisiera comentar esta Tredowata, banda sonora original compuesta por Wojciech Kilar en los 70s del siglo pasado, adaptación de una novela que tuvo sus versiones previas varias décadas antes. Me parece una gran oportunidad para poner en valor la función que puede tener un vals en una película, sirviéndome de este ejemplo concreto. Sin lugar a dudas es el tema más emblemático de esta banda sonora y que llegó a alcanzar popularidad (según parece) en Polonia, donde llegó a ser pieza recurrente en bodas. Pero es evidente que mi análisis va a ir por otro lado.

Hay algo en los ritmos bailables que conecta muy bien con la función social de la música o, cuando menos, en una de sus vertientes. Simplemente con que suene un vals, rápidamente asociamos que es un baile en pareja y, por lo tanto, permite aportar información muy interesante al desarrollo de personajes desde la perspectiva emocional: si alguien baila a disgusto, se transmitirán con facilidad sensaciones como falta de interés, incomodidad o animadversión; por contra, si alguien baila a gusto, los personajes podrán evidenciar sentimientos y sensaciones como amor, amistad, atracción, etc. Es decir, podrá contarnos cosas acerca de la relación entre esos personajes y hacernos partícipes emocionalmente de dicha relación.

Disculpando anticipadamente posibles errores terminológicos o de concepto, diferenciaría si el vals tiene una función diegética (suena, pero es un mero fondo musical o ambiental) o una función dramática (donde los personajes en los que se centra la acción participan de ese baile, presentado de forma diegética, pero que realmente se mete piel adentro y nos explica cosas de esos personajes). Hasta aquí lo más evidente, pero Kilar con su vals de Tredowata parece ir aún más allá, como explicaré más adelante. Me queda la duda de si fue un acierto accidental o premeditado, eso sí, pues poca información se puede rastrear al respecto, al menos sin saber polaco.

Tredowata es un dramón en toda regla donde un aristócrata se enamora de una especie de institutriz al cuidado de su sobrina. La diferencia de clases es crucial para entender el conflicto en una época (entiendo que finales del siglo XIX, principios del XX) donde todavía tenía vigencia el concepto de “szlachta”, una clase nobiliaria de larga tradición de privilegios, muy endogámica y donde la norma era la unión entre ellos supongo que lo entenderían como una perpetuación de linaje. Hasta ahí lo que sé del tema. Pero es esencial entender eso para ver el papel de la música de Kilar en este filme.

Se trata de una época y un contexto donde había una presencia evidente de la música llamémosle social y bailable: valses y polonesas a la orden del día. Y aquí llega la enorme solvencia de algunos compositores polacos, capaces de combinar estos ritmos con otras músicas de alto contenido dramático. Ejemplos: Ogniem i mieczem (Debski), Noce i dnie (Kazanecki), Pan Tadeusz (del propio Kilar).

La película creo que adolece de personajes bastante planos y estereotipados, así como de demasiadas elipsis que me dejaron con la sensación de que faltaba mucho que contar. Pero creo también que presenta un interesante acercamiento crítico a aquellos y aquellas “szlachta” y a su clasismo. Además el director no solo deja amplios espacios a la inspirada música de Kilar, sino que a veces parece que –si no estuviese presente dicha música- la película no se sostendría.

Kilar parte de un tema principal, que no es el vals, de corte afligido, muy sentido, de alta carga dramática, al estilo de otras temas en composiciones suyas como Bilans kwartalny o Le roi et l’oisseau. Este tema marca la fragilidad del personaje de la institutriz, pero también sus anhelos y deseos, llegando a transformarse en el tema de la relación sentimental de los dos protagonistas.

Por otra parte, dedica otro tema a describir la opulencia de la residencia donde vive la familia aristócrata, así como su forma de vida, pero lo hace desde el punto de vista de la protagonista, por lo que la música describe la admiración y –en cierto modo- la seducción que suscita en ella ese modo de vida.

Pero la pieza más recordada es sin duda el maravilloso vals, una pieza que realmente adoro. Empiezo SPOLIERS. Ya pasada más de la mitad de la película llega un momento clave: un gran baile donde el aristócrata invita a bailar a la institutriz, para asombro y desplante del resto de “szlachta” presentes. Es para mí la mejor escena del filme donde la música empieza de forma diegética y va progresivamente trascendiendo la escena hasta colarse dentro de los personajes y tener una presencia dramática fulminante. La historia de amor imposible parece posible y, por ello, podría parecer un tema de amor, porque así aparece envuelto, pero en realidad es el tema que identifica la entrada de la protagonista al mundo szlachta, con las consecuencias que tendrá en el futuro (ahí aún no se saben).

En definitiva, cinco minutos apoteósicos de vals, con una función narrativa mayúscula que no imaginamos hasta el desenlace de la película. Y como los szlachta no están dispuestos a darse por vencidos, intentarán revertir la situación hasta donde puedan. Viene entonces el acto final, presentado como un gran baile nuevamente, pero ya con la pareja formalmente asistiendo al mismo. Curiosamente está sonando de nuevo el vals. Puede ser que simplemente el director quisiera sacarle rendimiento a la pieza compuesta por Kilar, pero me animo a pensar que la cosa va más allá. Si ese vals representa a esa aristocracia, el que suene tiene pinta de no ser aleatorio. Aquí vuelve a sonar diegéticamente, aunque en esta ocasión ya no bailan juntos, sino que la protagonista se ve inmersa en una escena bastante absurda que pretende simbolizar el rechazo de los demás hacia ella y su inapelable expulsión del mundo szlachta. No se sabe cómo ella aparece al final fuera del palacio, bajo la lluvia, como detonante de su fatídico final. Ya había dicho que era una escena absurda, a mi modo de ver. Pero la presencia del vals, con una fuerza arrolladora, nos indica las consecuencias de haber quebrantado la norma endogámica. Ella saldrá de ese mundo, cueste lo que cueste. Este vals juega al engaño: no es música social que retrata a la pareja, sino que es música social para una clase entera.
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