Esperaba bastante más de este score, porque lo tenía todo para ser legendario (una vez más el inagotable universo de Tolkien como telón de fondo y un compositor tan sólido como Garry Schyman a las riendas). Gran parte de la culpa la tienen los creadores por desarrollar un videojuego sobre la Tierra Media donde no aprovechan nada de su riqueza y la infinidad de posibilidades que ofrece el universo de Tolkien, todo ello sacrificado en favor de una dinámica de juego harto convencional: la sombra de una saga tan comercial como “Assassin’s Creed” es muy alargada (al menos, afortunadamente, sus bandas sonoras han sido muy buenas hasta Unity, no ha sido poco). A esto le añadimos que la acción la sitúan solamente en Mordor, lo cual reduce tremendamente su potencial. ¿Y qué pueden hacer los compositores? Una banda sonora muy similar en forma y estructura a las de videojuegos como “Dante’s Inferno” (del propio Garry Schyman), es decir, una música que sólo describe un entorno infernal, hostil y opresivo (en parte es que no les quedaba otra con semejante despropósito de juego). Entonces, nos olvidamos completamente de que estamos en la Tierra Media, pues no se construye un ambiente mágico, fantástico, con toda esa variedad que en Tolkien siempre es posible. Sólo tenemos un gran bloque de música maligna, hostil, casi infernal, y una música lírica, débil, pero que es absolutamente minoritaria. ¿Por qué no se ha construido, al menos, un bloque luminoso a la altura, que apoyase al personaje y que se enfrentase a toda esa oscuridad, y hubiese sido esto una auténtica batalla épica musical como corresponde? Es que en ningún momento siente uno que esté en la Tierra Media. Al menos podrían haber aprovechado al protagonista como el portador de ese bloque luminoso si tan empeñados estaban en desarrollarlo todo en Mordor, pero es que encima hasta a él lo ponen en el juego como un depredador implacable, más oscuro y con más mala uva que el propio Señor Oscuro (tanto musicalmente como el personaje en sí). En fin, en resumen es un score de altas cotas de oscuridad y violencia que, si lo consideramos como obra independiente, es de una riqueza sinfónica extraordinaria, impecable. En el juego es un score indudablemente correcto y funciona, pero si también lo valoramos como obra de La Tierra Media pues pierde muchísimo, en mi opinión es la obra musical menos interesante que he escuchado sobre la Tierra Media (y ha habido muchas). Ésta podría ser la música de cualquier otro universo fantástico, podría haber sido una secuela de “Dante’s Inferno” perfectamente porque en estilo se parecen mucho. ¿Dónde queda la magia y la riqueza de la Tierra Media? En el olvido de los creadores al hacer un videojuego tan aburrido, convencional y poco considerado con el mundo fantástico en el que se supone que se desarrolla.