Telefilme sobre la vida de Santa Teresa de Ávila.
Banda sonora sinfónica en la que el compositor aplica un tema principal dedicado a la protagonista pero que no es tanto un tema de personaje, de explicación, como un tema de sus luces y de sus sombras, de lo que ella irradia a su alrededor y también de sus turbulencias íntimas. Es un tema sencillo en su melodía, claro y directo, muy bello también, que además se contrasta con aquellos otros temas que lo rodean, músicas diversas para los acontecimientos y el entorno hostil, una amalgama de temas más elaborados pero que acaban indefectiblemente por sucumbir ante el principal, de apartarse para que siga su rumbo en el discurso narrativo musical, que es claro y preciso. Y este notable tema, que en algunos momentos se llega a imponer de modo contundente, casi arrogante, no es solo la diáfana representación de la enorme fuerza del personaje, de como ya se ha indicado la luz que irradia a su alrededor, sino también es el modo que tiene el compositor de poner voz a casi todos los silencios de la santa, pues en su sencillez resulta ser muchísimo más expresivo que el resto de temas que osan interponerse en su camino. Y lo mejor de todo es que el que sea una música tan bella es lo menos interesante de todo.