Reseña de Mario Pons Sansegundo:

La película de la popular mascota de SEGA y rival histórico de Super Mario llega a los cines con unas cifras sorprendentes en taquilla y con puntuaciones bastante aceptables por parte de la crítica y sobre todo muy notables por parte del público, sector que parece el más agradecido de todos. Esta recepción no es de extrañar ya que la película, cuya producción fue bastante desastrosa en cuanto a la creación del erizo, ha sido un soplo de aire fresco para las adaptaciones cinematográficas de los videojuegos siendo esta la primera que realmente ha gustado tanto a críticos y gente por igual. Recordemos, como curiosidad, que el primer trailer fue motivo de críticas unánimes por parte del público, siendo así objeto de burlas y memes (extremadamente populares, eso sí) Tanto fue el revuelo y la unanimidad de las críticas, que el director tuvo que atrasar la película varios meses y rediseñar al personaje desde cerp, con los despidos que supuso esto en el equipo de producción.

Pero más adelante, llegó el segundo trailer y el diseño de Sonic encantó a todo el mundo y la gente esperaba con ansias la película, además de valorar el esfuerzo que se hizo desde el equipo para contentar a los fans y hacer justicia al azulado erizo. (Si esto fue algo relacionado con el marketing, la jugada ha sido maestra y les ha salido de maravilla viendo el éxito arrollador que ha tenido la película) He aquí la comparación de ambos diseños del protagonista para los más curiosos.

Respecto a la banda sonora y ya desde el inicio, Tom Holkenborg presenta una partitura de grandes cargas emocionales y nostálgicas que regalarán los oídos de los seguidores más acérrimos del supersónico erizo azul. El mítico tema Green Hills de la primerísima entrega de la saga de videojuegos del puercoespín en el 1991 y el extremadamente popular logo de la consola se ven aquí reflejados de manera orquestal y muy grandilocuente en unas variaciones magníficas que conforman el tema inicial de la banda sonora. Tras esto, el resto de composiciones tendrán algunos momentos con similares armonías a las de Green Hills para no deshacerse en ningún momento de la nostalgia y los verdaderos orígenes del protagonista. Adicionalmente, el compositor declara en varias entrevistas que era su intención seguir con ese elemento más emocional y nostálgico para los seguidores del videojuego con el uso de una sonoridad retro muy similar a la de la música de los primeros títulos de la saga de videojuegos y eso se va escuchando en varios de los momentos más esenciales de la película, donde la música destaca sobremanera y tiene un papel bastante protagónico. Así, Tom hizo uso de un chip de sonido similar al de la consola de orígen del personaje: la SEGA Mega Drive.

Pero la nostalgia no es el único punto fuerte de una banda sonora sorprendentemente narrativa y muy arraigada en la música de aquellos clásicos animados de los 90 e inicios de siglo XXI: el cariño y el esfuerzo, además de lo retro, vienen a la orden del día y el compositor denota esas ganas de crear algo simbólico y muy emocional para los seguidores del legendario personaje de SEGA. Desde la divertida y versátil Welcome to Green Hills hasta la relajante A New Home, el compositor no para de enfatizar toda escena de la película con una banda sonora de corte sinfónico muy clásica y muy alejada de lo habitual en Junkie XL.

La narrativa de la banda sonora tiene su punto fuerte en el uso del tema principal (el tema de Sonic) y el tema de personaje para su archienemigo, el Dr. Robotnik. Ambos temas se utilizan de manera muy interesante durante el largometraje pues el tema de Sonic se va presentando poco a poco pero no es hasta la mitad de la película que el protagonista exterioriza su valor y heroicidad y el tema hace exactamente lo mismo. Sin embargo, su némesis tiene un camino totalmente invertido: su presentación es fuerte, con intenciones muy similares a las de la Imperial March de Darth Vader pero obviamente más cómica y, aunque musicalmente más pobre, con mucha presencia en la película y con variaciones bastante peculiares. Este tema, con ayuda de las interpretaciones de Jim Carrey (que hace un trabajo sorprendente con el villano), acaba siendo de lo más interesante del largometraje. Su reducción de protagonismo a medida que avanza la película hace que el tema de Sonic vaya teniendo mucha más presencia: algo que se equipara a la victoria progresiva de Sonic contra su archienemigo. Esta es una de las batallas musicales más atrayentes de la cinta.

El compositor se muestra aquí maravillosamente contenido en los momentos dramáticos, sin caer en las típicas piezas edulcoradas y sentimentales además de regalar momentos de acción y heroicidad absolutamente impresionantes. La orquestación, las melodías y los fragmentos épicos de But I Will Always Be Faster o He is My Friend son muy notables y de lo mejor de la banda sonora (aunque por desgracia la escena correspondiente al tema But I Will Always Be Faster ha quedado fuera), algo que musicalmente prometía ser espectacular y que afortunadamente sí podemos presenciar en la batalla final con He is My Friend.

Por supuesto, hay mucha más música y mucha más presencia del tema del mítico protagonista en la película con variaciones de lo más diversas y con momentos muy heroicos y agradables. Por último, mencionar que incluso las canciones están muy bien utilizadas en la cinta, sin romper para nada el guión musical de la misma a excepción de la horrible canción típica que aparece en los créditos finales y cuyo objetivo es el de dar más fama a cantantes que no la necesitan. El resultado del proyecto (tanto película como banda sonora) acaba siendo pues, muy sorprendente para un compositor de este calibre, que ha ido regalando alguna que otra banda sonora bastante mediocre y cuya estabilidad ha sido más bien pobre. Aquí, sin duda, ha dado lo mejor de sí y parece ser que ha habido mucho amor y disfrute en la creación de esta partitura para el encantador Sonic, que sin duda, se ha ganado el corazón del público. Finalmente se ha hecho algo de justicia para los videojuegos en el cine.