En 1752, una familia viaja a América para librarse de una misteriosa maldición. Con el paso de los años, el padre, ahor un playboy impenitente, se convierte en un hombre rico y poderoso que comete el error de romperle el corazón a una bruja, que lo convierte en vampiro y lo entierra vivo. Dos siglos después, en 1972, consigue salir de su tumba y se encuentra con un mundo irreconocible.
El compositor aplica la máxima de que la mejor música para una comedia es la música seria y desarrolla una notable creación con brillante tema principal gótico y moderadamente siniestro, que sirve precisamente para enfatizar lo humorístico. Trabaja sobre ese tema en algunas variaciones y lo refuerza con otras melodías en similar línea, algunas de ellas algo más oscuras y otras con un tono decadentemente romántico. Se trata de una partitura sólidamente estructurada y que se desarrolla de modo muy solvente.