Los siete magníficos es un entretenimiento harto notable, donde Antoine Fucqua demuestra un dominio de este género envidiable, y en el que, a día de hoy, está demostrando ser uno de los mejores en tal ámbito. Su manejo de todos los elementos resulta envidiable, y ofrece precisamente lo que uno espera de ella sin decepcionar en absoluto. No es perfecta (el segundo acto resulta rutinario y monótono, con muy poco que aportar en sus personajes) pero termina por ofrecer unas dosis de buen cine de acción que, sin duda, resulta todo un manjar en los tiempos de hoy en día,. donde los efectos visuales predominan cada vez mas (predominando lo artesanal en este caso). Antoine Fucqua ha demostrado, que no hace falta recurrir a ello para dejar atónito al espectador, y en Los Siete Magníficos está el ejemplo.

Respecto a la banda sonora, resulta difícil ser objetivo cuando se trata de la despedida definitiva de un compositor al que se le ha tenido mucho aprecio. Y desde luego, no es perfecta en absoluto, pero si que supone un "adiós" emotivo y, por que no decirlo, a la altura de las circunstancias. Viendo el caso que ha sufrido la banda sonora (la muerte de su compositor), solo el hecho de mantener el sello del autor sin recurrir a otro compositor, me parece un homenaje bastante apreciable y bonito, que se hace notar escuchando la banda sonora en la película. Desde luego, se nota la ausencia del compositor inicial a la hora de establecer mas conexiones con los personajes y a la hora de desarrollarlos, y se nota cuales eran las intenciones de Horner, y cómo han intentado solventarlo de la mejor manera posible resulta, por qué no decirlo, meritorio. Falta mas desarrollo en su tema central, y en la manera de abordar sus personajes y su temario, pero como tal, respiren tranquilos, si lo que quieren, es que el estilo de su autor estén intacto...

Y aquí están las buenas noticias, ya que Los Siete Magnñificos respira la esencia de James Horner, aún sin ser uno de sus mejores trabajos (ni de lejos). Ya desde sus primeros compases en el film, uno ya siente el hormigueo de que el compositor esta muy vivo en esta banda sonora. He de decir que se nota cuando Horner está mas presente en la banda sonora del film a través de su temario, y aquí entran a destacar: el "bello" tema del pueblo (nada mas abrir el film hace su aparición), el tema de los magníficos (bien resuelto, pues sigue la melodía rítmica de la original de Bernstein cambiando meramente la melodía...un homenaje bien entendido), el tema del villano (un punteo que avisa la amenazante presencia del personaje de Bogue, ya mostrado en su inicio) y el del entrenamiento (en mi opinión, algo rutinario, y se nota algo inacabado). Tres temas principales que, son lo mas destacable del conjunto, en el que la banda sonora se deja llevar por la acción de la película, rellenando ciertos momentos, por qué no decirlos, algo intrascendentes en la mayoría, pero que, cuando se pone en faena muestra lo mejor de su autor: ser emocionante.

Y eso en Los Siete Magníficos va algo sobrada, pues si por algo destaca, es por contar en momentos aislados, con la emoción que solía transmitir el autor en sus bandas sonoras (y que ya muchos compositores quisieran para si): momentos como los viajes de los protagonistas (con el "parabara" tan famoso, que aquí está incluido como pequeño homenaje), la presentación de su villano (la música crea una desconfianza muy efectiva), la tensión que sea crea antes del primer tiroteo en el pueblo (con los ritmos tan afines a Horner, y que aquí crean el suspense necesario incrementando el ritmo) o todo el clímax final (donde la música funciona de maravilla) ya valen de por si la pena disfrutar en su estado mas pleno. Es cierto, que a veces se excede en su parte mas ambiental, con una presencia quizás excesiva, pero nunca molesta, y lo mejor que puedo decir de ella, es que el sello de James Horner está presente durante todo el film.

Puede que muchos de sus arreglos sean menos efectivos, y que a la hora de desarrollarla, se quede algo coja en su conjunto, pero solo por el hecho de mantener viva la esencia del compositor en cada uno de sus segmentos, ya me parece todo un detalle y todo un homenaje hacia la figura de James Horner que, no pudo tener una mejor despedida. Sus minutos finales (los mas emotivos y emocionantes, sin duda) resultan toda una declaración de intenciones de la obra, resaltando la importancia de la música en una película con una emotividad, emoción y épica que, en estos días, resulta difícil encontrar en una cinta de este calibre. Y solo por esos momentos, ha merecido la pena disfrutar de ella...aunque sea un poquito. Solo cabe decir....gracias James, por todos estos años y por hacer de nosotros un mundo con mas esperanza e ilusiones. El mundo del cine te echará de menos.

Creo que la película es incluso algo mejor que la original (que no olvidemos ha pasado a la Historia gracias a Bernstein, principalmente). Pero es verdad que a la música le faltan unas vueltas. Se echa en falta un tema que sea más protagonista.

Dadas las circunstancias de que esta es la última banda sonora que escribió nuestro apreciado James Horner, no la recordaremos tanto por las carencias que evidentemente tiene sino por sus momentos que son puramente Horner. Una última obra cuyo tema principal no llega a arrancar ni a utilizarse o desarrollarse lo suficiente, pero del que puede percibirse claramente la intención de homenajear al original de Bernstein. Luego hay muchos momentos ambientales y hostiles, algunos demasiado secos y funcionales pero otros más líricos y exóticos (haciendo uso de la voz femenina, pero también de instrumentación étnica). Algunos momentos dramáticos son de lo mejor de la partitura, pues mantiene su particular estilo melódico con cierta solemnidad, con algún toque crepuscular en algún momento. Éstos son elaborados y sí recuerdan mucho a algunas obras de la mejor época del compositor. Obviamente es una partitura que se tiene que resentir en la película y a la que le falta solidez estructural, y no podemos saber cuál habría sido el resultado final de haberla podido completar el compositor. Aún así es una obra que con sus defectos resulta una estimable despedida porque responde al Horner de siempre, el “parabará” que aparece aquí lo vamos a percibir como el más deseable de todos, y a su vez homenajea nada menos que una de las más grandes obras de Elmer Bernstein, aunque sea poco. Siendo optimistas y conformistas (pues la ocasión lo merece), es una estimable despedida del maestro.