Un hijo de un comisario muerto por las mafias se enamora de una bella muchacha, relacionada con ellas.
Partitura jazzística que el compositor aprovecha para hacer un retrato musical de los bajos fondos, dotándola además de cierta ambigüedad, de conformidad con las emociones del protagonista. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio La música de cine de José Sola (1998).