Reseña de Manuel Báez:

El compositor firma un trabajo decepcionante en esta ficción fantástica que podría haber dado para mucho más. Se trata de una música aséptica, que en ningún momento aporta ningún contenido de interés en la narrativa y que acude a todos los tópicos actuales. Por desgracia, la música parece un decálogo de lo que se espera en las diferentes escenas: música genérica de acción, de terror, emotiva… sin llegar en ningún momento a añadir nada que no veamos o que el guion ya explique claramente, sin sumar capas emocionales, casi como una plantilla prediseñada. Incluso la música escogida para representar la fantasía medieval parece alejada del carácter céltico y centroeuropeo de su influencia, excesivamente americanizada en su sonido.

En ningún momento logra o intenta situarnos en la piel de los personajes para contarnos algo sobre ellos o hacernos sentir su vivencia o su experiencia, sino que se limita a señalar lo obvio: nos cuenta las escenas tal y como transcurren, sin añadir matices o cambiar nuestro punto de vista, generando una sensación de alejamiento y apatía. No hay magia ni fantasía en su música y ésta parece distante del mundo recreado. Si en algo contribuye esta música es en lograr que en todo momento seamos dolorosamente conscientes de que nos encontramos frente a una pantalla de televisión con personas actuando. La música podría encajar perfectamente en cualquier otro producto, independientemente del género y de la historia que se narra. No parece existir interés alguno para formar parte de un todo coherente sino, más bien, para cumplir con los cánones y no arriesgar lo más mínimo.

En definitiva, la adaptación fantástica de Amazon supone en una oportunidad perdida para escapar de clichés compositivos y carece por completo de entidad propia, quedándose muy lejos de la música de su referencia más clara, Game of Thrones.