Secuela de La niña de tus ojos (98), en la que la protagonista, ahora una gran estrella, regresa tras 18 años en Hollywood apra rodar una película en la que encarnará a la reina Isabel la Católica.
La comedia no es para Zbigniew Preisner, o al menos esta comedia, que supone la que es probablemente la peor creación del compositor polaco para el cine. Su música es durante buena parte de la película una resta allá donde debería haber sido una suma: sosa, aburrida y apagada en los momentos de comedia, neutra e insustancial en aquellos dramáticos, parcheada en todo momento, desestructurada y sin ninguna aportación en lo narrativo pero tampoco en lo emocional. Lejos de levantar el filme, va a su remolque, y acaba siendo una banda sonora vaga, perezosa, sin ningún tipo de interés en contribuir a algo positivo en el filme. Solo es en la parte final, cuando parece poder tomar alguna rienda, pero ya es demasiado tarde. Una vez más, no basta con ser buen músico para hacer una buena banda sonora, aunque algunos directores como Trueba no acaben de comprenderlo.