Creación que en el filme comparte espacio con las canciones del legendario Ray Charles, pero que esta edición recoge aisladamente. Se trata de una partitura intimista, melancólica, en la que se emplea una voz gospel y el piano como instrumento principal, para acompañar el devenir de la historia, pero también contiene temas jazz, electrónicos y algunos más crípticos, siendo en su conjunto una creación ecléctica y variada.