Un muchacho vikingo es adoptado por una tribu indoamericana y acaba siendo su salvador ante la invasión de los suyos.
Partitura épica, muy enfática e intensa, en la que el compositor aplica un tono primario que remarca lo agreste, con un cierto cariz apocalíptico, amenazante. Se contrasta con un temario lírico en base a liberadoras melodías. Los coros, además, otorgan la adecuada grandilocuencia al conjunto.