La historia de una de las batallas más duras de la guerra de Afganistán: un pequeño equipo de soldados estadounidenses tuvo que enfrentarse contra más de 400 combatientes talibanes.
El compositor firma una convencional partitura ambiental y dramática que busca, sin acabar de lograrlo, recrear un entorno de moderada desolación, casi mortuoria, en un contexto marcado por el hostigamiento y la tensión, también musical. Pero acaba por ser apática y anodina.