En 1919, dos supervivientes de las trincheras de la Gran Guerra, uno un magnífico ilustrador y el otro, un modesto contable, montan una estafa sobre los monumentos a los muertos de la guerra.
El compositor aplica una elegante y refinada creación que desarrolla en los terrenos de lo dramático, lo sentimental y la picaresca. Su tema principal es bello y melancólico, conoce algunas variaciones y es complementado por melodías en similar línea. En su conjunto, mantiene un tono de moderada aflicción.