En la isla africana de Mauricio, en 1759, un esclavo se escapa y una cazadora de esclavos es enviada a encontrarle.
El compositor firma una refinada creación que desarrolla en los ámbitos de lo ambiental y lo dramático, con músicas para el entorno, orgánicas, y temas para aportar tensión y presión. En ese contexto, la música lírica, hermosa y sentida, ensalza el anhelo de libertad y el sufrimiento por la esclavitud. Concluye con una emotiva canción.