Serie televisiva ambientada en una pequeña comunidad isleña aislada donde las desavenencias existentes se intensifican con el regreso de un joven caído en desgracia y la llegada de un carismático sacerdote.
A pesar de la abundante presencia de música, esta ocupa acertadamente un segundo plano en la serie, sirviendo para aportar muchos matices dramáticos y también para generar el aura de misterio y tensión, pero de modo sutil. Expande un tono religioso, místico, no exento de tristeza y aires crepusculares, que es expansivo y que implica a la casi totalidad de los personajes. Cuenta con un bello tema principal.