Cuando muere un anciano sacerdote, los responsables de su diócesis descubren que se trataba de una mujer. Sin que nadie lo sospechara, llevaba años ejerciendo su vocación. El obispo decide iniciar una investigación y pide al canciller de la diócesis que averiguara cómo, por qué y con qué complicidad fue posible semejante engaño.
El compositor aplica una poco convencional creación que sirve para unir dos mundos tan distantes como el eclesial y el de la vida moderna. Elementos electrónicos y el jazz, con el saxo como instrumento protagonista, ayudan a ese propósito.