En un campus universitario se suceden una serie de asesinatos. Un estudiante empieza a investigar los sucesos.
Este es uno de los casos en los que una música está considerablemente muy por encima de los valores del resto de la película. Aquí, un mal filme de terror explicado con el refinamiento y sofisticación de una elaborada música que aporta un tono gótico y romántico crepuscular, con momentos de extraordinaria belleza. Su sólida estructura y la prestancia de sus temas son aspectos singularmente notables.