Tras matar al corrupto rey en una batalla, Kull le sucede en el trono. Pero deberá luchar contra los conspiradores que quieren recuperar el poder.
Supérflua partitura de aire moderno, que fusiona rock con música sinfónica en el propósito de dar un cariz contemporáneo al filme, también épico. Solo destaca su contundente tema principal y sus fragmentos románticos. Lo demás, es mediocre.