Notable continuación en la que Benjamin Wallfisch, sencillamente, se luce. Si en la primera entrega el compositor nos regalaba una obra correcta, tirando a modesta, aquí el compositor saca a relucir el temario expuesto en la primera entrega y lo desarrolla muchísimo mas dramáticamente. Resulta un trabajo mucho mas emotivo, que consigue acercar mucho mas a los personajes que su predecesora, y que incluso en los momentos de terror (que en la anterior entrega eran efectos de sonido...sin mas) sale de lo mas airoso y siendo algo mas creativo. Lo dicho, una sorpresa, que funciona MUCHÍSIMO mas si se ha visto la película (que me la esperaba peor, seamos claros), donde se nota el esplendido y el meritorio trabajo del compositor para acercarnos a sus personajes. Será con toda probabilidad la banda sonora de terror del año...y con todo el merecimiento.