Banda sonora que sigue algunos de los patrones usuales que caracterizan el género de la comedia sentimental con referentes como Rachel Portman, por ejemplo. Esta no es, de todos modos, una creación de imitación musical aunque la arquitectura sea la clásica: un brillante tema principal es el eje vertebrador del conjunto y el guía conductor de la narración y la emoción a lo largo del filme. Se trata de una melodía amable, cálida, cercana y muy empática (y simpática) que acaban por compartir el conjunto de los personajes y que expande optimismo. Junto a este tema, otros en similar línea para circunstancias concretas, de comedia, y matices específicos de personajes. En su conjunto el compositor logra establecer un continuum musical y narrativo de elegante desarrollo que evoluciona hacia una muy hermosa conclusión final.