Elle es un regreso de Paul Verhoeven que, en su forma, puede parecer afrancesado a la hora de mantener su estilo visual (mas apegado a la realidad) pero no a la hora de plasmar su sello, completamente intacto, e incluso, si se me permite, llevado al límite. Un límite basado en la incorrección política y de la que el director es muy consciente, tanto, que se ha explayado a gusto de algo que no le habrían dejado realizar en Hollywood ni por asomo. Elle, es un cóctel explosivo de todas las filias del cineasta, en la que demuestra un equilibrio impagable de un relato, que en otras manos, podría haber caído en un absoluto desastre. Gracias a las manos de Paul Verhoeven y al trabajo espectacular de su actriz principal, nos regalan uno de los thriller mas absorbentes, perturbadores y divertidos ( si si, divertidos) que nos han regalado en bastantes años. Esperemos que no tarde otros diez años para regalarnos otra de sus películas de uno de los directores con mas personalidad (por no decir el que mas) que pueblan a día de hoy.


Respecto a la banda sonora de Anne Dudley podemos decir que la compositora se mete en la mente del cineasta con una precisión de lo mas compleja, pues al ver las distintas tonalidades por las que va pasando la película (créanme que son muchas) el caos genérico de la obra podría haber resultado un completo desastre...pero se han sabido dar con las teclas perfectas. Y si, digo perfectas. Por que ante una obra de tal complejidad, la forma unísona con la que la música se adecua a la tonalidad de la cinta es impagable. Parece que el binomio entre el director y la compositora da maravillosos frutos, pues ante el notable trabajo de su anterior producción, aquí no se quedan cortos, y la música sabe guiarte por los recovecos del film, de forma sinuosa, retorcida, romántica y muy frágil, creando una morbosidad muy bien jugada.


Duddley nos pone en la piel de su protagonista en todo momento, sin despegarse ni un solo instante, dibujando al personaje central (interpretado por una mayúscula Isabelle Huppert) de manera que el silencio por el que pasa sea expresado con su música, resultando una descripción del mismo que resulta excelente, por que sabe captar la esencia de lo que Verhoeven quiere en el film. Un personaje con un pasado tormentoso, que va pasando por una etapa frágil, a lo que se añade la agresividad y el misterio del acosador que sufre en sus carnes, resultando una mezcla (aunque aquí la comedia no tiene lugar...en la música, no en el film, que posee un humor negrísimo) maravillosa y, como dije antes, muy precisa y muy solida. Desarrolla con elegancia los temas a medida que su personaje va tomando decisiones, y lo hace con buen juicio y determinación.


En ese sentido, podemos decir que Elle es una obra que se ajusta maravillosamente a la película y a su personaje principal, de manera que consigue describir lo que el film no puede (o no quiere) con palabras (ayudado, por supuesto, por la mirada de la Huppert). Verhoeven y Duddley se compenetran de maravilla de manera que la fusión de música e imagen va unidas de la mano, ajustándose a las necesidades del film en el momento adecuado y preciso, ante una historia que, desde luego, su compositora (y su director) no tenía fácil, y cumple con nota la ardua tarea del cóctel tan explosivo que propone Paul Verhoeven.