Reseña de Juan Manuel Alcocer:

Para este primer largometraje animado en 3D de Ghibli se ha apostado por una banda sonora de corte más moderno y efectista de lo que acostumbran los nipones con las elaboradas e intimistas composiciones de Hisaishi. En este telefilme las melodías y ritmos frescos y desenfadados van desde el rock clásico al rock psicodélico de los 70 como el de bandas como Deep Purple o Led Zeppelin donde el sintetizador y la batería son las estrellas marcando el ritmo y el tempo en los cortes. También hay temas más pegados al blues, al jazz, country e incluso del tango y algún que otro tema de corte más sinfónico de estilo barroco con arpas y órganos como ejes musicales. Como tónica general los temas son un mero acompañamiento de las situaciones y acciones que rodean a los personajes sin más pretensiones que enfatizar y buscar el divertimento del espectador, sin entrar en la psique o emociones de los protagonistas o en la historia como era usual hasta ahora en las obras del estudio japonés. Cabe destacar la canción Don't Disturb Me interpretada por la cantante Sherina Munaf y que es un personaje importante por sí misma en la historia. Esta canción es uno de los cortes más destacables de la película, de estilo rock psicodélico setentero con toques de grunge que hará las delicias de cualquier roquero que se precie, aun estando en japonés. En definitiva, es una banda sonora diferente, fresca, divertida y disfrutable con ese toque de modernidad intencionadamente buscado por el estudio para esta primera cinta en animación 3D, como para dar a entender que es un punto y aparte en la trayectoria de Ghibli que quizás haya venido para quedarse y convivir con la clásica animación 2D con la que el estudio de Miyazaki y compañía ha enamorado al mundo entero.