Reseña de Francisco Jiménez Bueno:

No es misterio que esta entrega se ha dado el batacazo comercial más grande de la última década después de ocho años de desarrollo empujados por el motor del tren del hype. Antes de empezar la reseña debemos situarnos en el contexto del término ciberpunk, que hace referencia a un futuro distópico en el que la tecnología empieza a estar muy presente en la vida de las personas: estas se pueden realizar implantes cibernéticos, ordenadores en la mente, etc… para quien sea nuevo en el término, la serie Black Mirror consiste en diferentes mundos ciberpunk. De por sí, esta entrega está basada en un juego de rol del mismo nombre ambientado en 2020 donde las guerras pasan de ser llevadas por los países a ser intereses entre grandes corporaciones, y el único modo de vivir fuera de las corpos es perteneciendo a guetos o siendo un nómada en los páramos abrasados del planeta por la contaminación.

Con esto expuesto, nos situamos en Night City, una ciudad de crimen, drogas, y corpos, donde hay grupos étnicos muy separados en los que hay que profundizar, ya que la música diegética del juego está ambientada en cada banda callejera de esta ciudad. teniendo desde música latina (principalmente reggaeton) ligada a los latinos, música pop realizada por grupos femeninos en relación a las mox, o música estilo reggae con electro relacionada a las bandas haitianas. Aparte, hay diferentes músicos callejeros que sorprenden al estar usando una guitarra sin cabeza, y tener bien sincronizadas las manos y los dedos con la melodía, lo que lleva muy bien a cabo este juego, aunque por desgracia, estos músicos callejeros siempre son los mismos y todos interpretan los mismos temas. Una pena no poder ver percusionistas, cantantes, pequeñas agrupaciones, etc…

(atención: spoilers)

Hay dos grupos musicales creados para este videojuego: el primero muy reconocido por la comunidad de jugadores, Samurai, un grupo ficticio del que tendríamos su primer tema en 2019, pero dentro del videojuego se ambientaría cincuenta años en el pasado, consistiendo en un grupo de estilo punk en contra de las corpos que tendría gran fama a pesar de que sus conciertos se darían en antros y bares. Esto tienen gran importancia debido a que posteriormente se realizan una serie de misiones en relación a sus temas con el objetivo de dar un concierto. Aunque por desgracia durante este concierto se es solo un espectador más en primera persona, echando en falta uno de esos odiados Quicktime events. Los temas de esta banda pasaran a estar ligados fuertemente con el personaje por los sucesos de la historia, siendo uno de los temas más sonados Never Fade Away, que cobrará más sentido al final de la historia.

Por otro lado, en la actualidad del universo de Ciberpunk, hay creciente influencia de una banda de J-pop, que cogerá música relacionada a Samurai creando un conflicto de intereses y poniendo sobre el jugador el conflicto entre los músicos y las discográficas.

Pasando a la música extradiegética, es una maravilla, ambienta perfectamente la oscuridad y dureza de Night City, conjuntamente al tecno-misticismo de la misma, teniendo temas que usan la modalidad para dar cierto toque y referencia a los comienzos de la ciudad y los sucesos previos a la historia del juego. Además, se emplearán instrumentos de cuerda frotada con cierta distorsión, intentado imitar los instrumentos tradicionales de Japón, siendo la cultura oriental con la que las corporaciones más tienen que lidiar. Los temas encajan a la perfección en cada cinemática y presentación, tanto de bandas como personajes, y ayuda a crear momentos tensos y melancólicos. Por ejemplo, al comienzo de la historia tendremos un intercambio, en el cual las cosas se pondrán muy tensas, y estaremos forzados a mantener la calma o sacar la pipa. La música de este momento recuerda a cuando podemos escuchar nuestros latidos, notándolos en la cara, una decisión que tenemos poco tiempo para tomar, usando pulso en el bajo moderado pero muy marcado, con melodías estridentes. Pero, y poniendo el punto negativo, el desarrollo y los problemas de bug y glichés afectaron claramente al ambiente sonoro, encontrando situaciones en las cuales se debería sentir como si se estuviera en una discoteca, llena de música y ruido, y el audio en ese momento tiene un fallo y no suena. O mala programación, resultando en momento incómodos en los que la música de combate no para, o se siente demasiado plana, sin nada de variada, sin adaptabilidad a nuestro estilo de combate. Teniendo solo sigilo, combate, y tranquilidad.

Como conclusión, musicalmente está a la altura de las bandas sonoras de videojuegos actuales. Buena ambientación, temas relacionados a todos los personajes del videojuego, incluso a las bandas, toda la música se siente única y con personalidad, y sus grupos musicales ficticios podrían dar conciertos reales perfectamente. Pero su mayor fallo es el que tiene todo el juego, la programación y el poco tiempo que se ha tenido para dar más vida a las calles de Night City y a los músicos callejeros.