Un marionetista con apuros económicos entra a trabajar como archivero en una peculiar oficina de un edificio en Manhattan. Casualmente encuentra una pequeña puerta a través de la cual puede acceder durante quince minutos al pensamiento del actor John Malkovich. Las cosas se complican cuando su compañera de trabajo interviene para hacer negocio con ese tema.
El compositor abarca en esta partitura lo abstracto y lo emocional, haciendo implícito un sentimiento de fatalidad anunciada. Combina ambos aspectos, bien por separado o juntos, y dota de suma melancolía a la mayor parte de las melodías.