Música simple de Gabriel Yared que por ello gana importancia en el filme. Escuché un par de veces esta banda sonora a solas y me parecía muy aburrida: es de esas partituras que cuando ves la película entiendes. Como debería ser con todas, sí. Pero en algunas el cambio es radical.
“Betty Blue” (a.k.a 37º2 le Matin) es uno de esos ejemplos en los que la música determina la dirección que tomará la película, el género en el que se moverá y el tipo de música que predominará: una música simple para la vida simple de la pareja protagonista, en ocasiones dramática o de comedia que acompañará siempre a lo que viven Betty y Zorg, en mi opinión el personaje más valiente e interesante de la cinta y no la que da nombre a la cinta.

Lo más interesante a destacar de esta música es que Gabriel Yared da dos temas para la pareja amante: primero da un tema a saxofon dedicado a la relación que tienen los primeros meses los dos protagonistas, un tema más centrado en el sexo. Más adelante, durante la cinta, hay una escena en que Betty y Zorg tocan juntos una melodía a piano muy bella y a la vez dramática, donde ambos se miran y descubren que hay más que solo sexo y el hecho de solo “gustarse”: hay amor. A partir de ahí, Yared utilizará esta melodía a piano y sintetizador para el tema romántico del film (lo mejor de la película y más en las escenas en que aparece)

Aparte de este hecho, la música que acompaña a Berry y Zorg en la primera mitad de la película siempre está relacionada a la comedia o hay silencio para los momentos más tensos (en los que Betty tiene ataques violentos y ataca a según que personas que la estén poniendo nerviosa)
Más adelante, en la segunda mitad, la música pasa a ser o romántica (con el tema de amor que antes comentabamos) o dramática y tensa: Betty comienza a tener ataques más serios de locura y acaba por tener a Zorg sacrificando la vida de Betty Blue en el hospital, cuando ésta se ha arrancado un ojo en casa y está en estado de Shock sin poderse mover y en coma.

Al final de toda la cinta, el tema de amor predomina ante todos como tema principal y es utilizado también para los créditos finales: un amor que no ha podido durar para siempre y que más bien ha durado poco pero que ha sido intenso. Ha cambiado la vida de Zorg, ha hecho que este vuelva a escribir, vocación en la que Betty estaba empeñada que siguiera y sobretodo ha hecho que lo haga por amor.

5/10