Usuario: (ignus) Ignacio Marqués Cuadra
Fecha de publicación: 13.04.2017
“Assassin’s Creed II” es uno de los videojuegos más queridos (para muchos el mejor) de la saga homónima iniciada en el 2007 con aquel primer juego ambientado en la III Cruzada. En 2009 llegaría esta segunda entrega, que cambió el periodo histórico a la Italia Renacentista. Contó con un nuevo protagonista, Ezio Auditore, y las nuevas aventuras se desarrollarían a finales del siglo XV en bellísimas ciudades italianas como Florencia, Venecia o San Gimignano, entre otras.
Jesper Kyd fue el compositor que volvería a asumir la tarea de escribir la banda sonora, después de haber hecho un interesante trabajo en la primera entrega. La gran diferencia estaba en que este nuevo capítulo iba a necesitar una banda sonora mucho más extensa, más instrumental y con algunas referencias para personajes o ciudades. Musicalmente hablando, el compositor afrontó el proyecto utilizando su característico estilo en el que se fusionan algunos instrumentos tradicionales con electrónica, sin pretender de este modo crear una música completamente de época sino añadiendo ese toque de modernidad pues, a fin de cuentas, “Assassin’s Creed” es una saga de ciencia ficción que mediante la biotecnología vivimos el pasado de algunos personajes. Por tanto no se desvincula del presente musicalmente.
En esta ocasión, Jesper Kyd creó un bellísimo tema central de corte lírico y evocador, interpretado generalmente por voz solista femenina, que es la referencia de la familia Auditore y, por extensión, del propio protagonista. Es un tema que aparece a lo largo del juego en determinados momentos tanto para explicar o señalar de modo narrativo algún punto de la historia que va viviendo el personaje o, simplemente, como incentivo que proviene de él mismo y se expande a su alrededor aportando lirisimo a la acción o a sus dinámicos movimientos a la hora de escalar o saltar para superar obstáculos (sucede por ejemplo en misiones de recogida de objetos con tiempo limitado, sonando en particular el track “Venice Rooftops”).
Más allá de eso, encontramos dos grandes frentes musicales. Uno para la acción, que por lo general se compone de temas electrónicos de un gran frenetismo y, quizá, es la parte menos notable de la banda sonora pues rompe totalmente con la época y tampoco aportan mucho más a la acción o al contexto. Y otro para la ambientación y creación de atmósferas, que es donde más destaca esta banda sonora, con multitud de momentos muy brillantes. Existen por un lado una serie de temas que resaltan el carácter misterioso de algunos entornos (por ejemplo en misiones de resolución de enigmas en interiores) u otras situaciones (misiones de persecución, de infiltración, escaladas nocturnas por las ciudades…), a veces resaltando los elementos del escenario en que nos encontramos, por ejemplo mediante una amplia gama de coros y voces que logran impregnarlo todo de un bellísimo misticismo.
Y por otro lado, quedan los temas que resaltan la belleza de las ciudades en general con un lirismo realmente cuidado y evocador, luminoso, también romántico, aquí con multitud de referencias instrumentales al Renacimiento (guitarras, mandolinas, el uso característico de las cuerdas o sobre todo las voces…). En este apartado Jesper Kyd logró un trabajo brillante, pues su música lograba impregnar de magia todos los entornos, que se sintieran vivos y auténticos, añadiéndoles también ese halo tan religioso, tan místico, que además de realzar su belleza hacía que el jugador quedara hechizado y deslumbrado por ellos, convirtiendo un mero paseo o la subida a un campanario en una experiencia mágica, incluso espiritual. El compositor hizo desde luego un excelente trabajo en este aspecto y es donde alcanzó la brillantez.
“Assassin’s Creed II” es una de las mejores bandas sonoras de la saga (posiblemente la mejor y la más mágica y nostálgica de todas), y es también una de las mayores obras del danés Jesper Kyd.