La historia de cómo, en 1836, un puñado de americanos defendieron la plaza de El Álamo contra el ejército mexicano.
El compositor no ha estado demasiado atinado para aunar, sin alteraciones, la épica y lo íntimo, siendo bastante más notable en lo segundo que en lo primero. Se apoya en los resortes de la diégesis para la recreación de ambientes, y en un poderoso tema principal, enfático, del que luego no saca demasiado provecho.