Usuario: Ángel González
Fecha de publicación: 06.12.2019
Qué buena noticia que aparezcan nuevos contenidos en esta sección: sin duda mi preferida de Mundobso. Y el hecho de hacerlo con una de mis bandas sonoras favoritas hace que me resulte doblemente agradable. Imagino que el reciente e interesantísimo aporte de Joan Bosch i Hugas ha podido tener algo que ver.
Papillon es una película que ha ido calando cada vez más en mí tras cada visionado, y ya van unos cuantos. Se vendió como una película de aventuras (“The greatest adventure of escape”, se decía en diversos carteles publicitarios), lo que la convierte –según mi criterio- en otro de esos proyectos cinematográficos que el marketing ha vendido como algo que no es; no digo a la altura de The village, por ejemplo, pero ya le llega.
Bueno. Es una película de aventuras, pero menos de lo que aparenta (de hecho, tengo entendido que se redujo considerablemente en el guión el nº de intentos de fuga de Papillon). Pero sobre todo posee un riquísimo subtexto que la enmarca en subgéneros como el drama carcelario. Y es aquí donde surge una paleta brillante de temas a tratar desde el guión co-escrito por Dalton Trumbo, lo cual ya le otorga un marchamo diferente a la cosa. Papillon es una crítica al sistema carcelario francés de entonces, pues su adaptación cinematográfica es muy próxima en el tiempo a la edición del libro autobiográfico (o, al menos, en parte autobiográfico) del que toma base. Sin embargo el guión profundiza, con reflexión punzante, en recovecos muy profundos respecto a la vida y si tiene sentido en condiciones aberrantes.
Para mí es una muestra perfecta de la simbiosis maravillosa que tenían Schaffner y Golgsmith, uno de mis tandems favoritos dirección- composición. El guión musical me parece excepcional. De entre todas las virtudes que el filme atesora, me parece que dicho guión musical está en la cima. Es una música que sabe cuándo intervenir y cuándo no: el uso del silencio musical en las dilatadas escenas de confinamiento en la celda de castigo es inteligentísimo y consigue transmitir una angustia que me pone los pelos como escarpias. Pero vamos al meollo.
La exposición de Conrado es estupenda, pero me gustaría aportar mi hipótesis sobre el significado del tema principal compuesto por Goldsmith. No creo que hable o haga referencia a la libertad. Creo que es el tema de la esperanza y –por extensión- de todo aquello que permite que esta aflore: la determinación propia, la empatía ajena, etc. Y estas son mis razones:
1) Ya hay un tema de la libertad expuesto en la película: cuando Papillon consigue fugarse y vivir una vida fugaz al son del “Gift from the sea”, ese tema con influencias de Ravel. Es un tema expansivo, vital, ajeno al resto de la música. Muestra un lapso de tiempo con una concatenación de escenas dominadas narrativamente por la banda sonora de Goldsmith, que ejerce casi como de un sueño efímero, que sospechamos que pronto desaparecerá para retomar con la dura realidad del presidio. Para mi entender, ese el verdadero tema de la libertad. Yo entiendo a la libertad como el objetivo y la esperanza (de libertad) como un medio imprescindible para lograrlo. Con el Gift from the sea nos recuerda Goldsmith que Papillon ha cumplido su objetivo, aunque sea solo temporalmente.
2) En la llegada al presidio el tema principal suena cansado, apagado, herido. La esperanza se rinde ante los hechos, ante un lugar que se presenta como inexpugnable o casi.
3) También suena apagado en la escena del sueño con el jurado. Papillon se considera a sí mismo culpable de haber malgastado su vida. El efecto es descorazonador y nuevamente cualquier atisbo de esperanza parece rendirse.
4) La escena de la mariposa y su asociación con Louis Dega es un gran hallazgo, Conrado. Se le presenta como catalizador de la esperanza. Es Dega quien muestra empatía hacia Papillon y se lo demostrará con hechos, cuando le habla de la revisión de su caso. Suena el tema principal y reconocemos que hay una luz de esperanza.
5) Los aislamientos en silencio musical son una muestra de supervivencia. No suena aquí una versión apagada o herida del tema principal (es decir, no se rinde la esperanza, que ya parece haberse instalado en Papillon). Se trata de no desfallecer, de sobrevivir físicamente al angustiante aislamiento.
6) Decía que la esperanza parecía haberse instalado en Papillon, pero en realidad Dega es esencial para que se mantenga. Su apoyo y amistad son el motor de ese sentimiento de esperanza en Papillon
7) Y llegamos al reencuentro de los protagonistas en la Isla del Diablo. Allí el tema principal parece sonar fuera de contexto cuando le presentan su vivienda a Papillon, pero en realidad nos está adelantando algo que va a suceder segundos más tarde. Papillon ve que Dega es su vecino. Dega huye y Papillon lo sigue. Y –en mi opinión- pasa algo muy inteligente: Dega se ha resignado y ver a Papillon le hace también a él retomar la esperanza, pero para él es algo doloroso, un querer y no poder que le acarrea más infelicidad que la mera resignación. Lo primero que le dice a Papillon es “preferiría que no hubieses venido aquí”. Sin embargo, al mismo tiempo, el encuentro le transmite fuerza a Papillon en su esperanza de libertad: sabemos que volverá a intentarlo.
8) En la escena final Dega le pide a Papillon que no lo intente, porque considera que morirá en el intento, aunque finalmente comprende lo que significa para Papillon la esperanza de libertad. Papillon cuanta con una determinación que Dega no tiene. Papillon salta desde el acantilado y la música cesa mientras alcanza su improvisada balsa de cocos. El tema principal rebrota con la imagen de Dega y es suyo el punto de vista en ese momento: lo observa a lo lejos y la música alude a su esperanza de que su amigo lo consiga (pero en Dega es triste, porque piensa que el final será su muerte y que ya no estará más con su amigo). Dega se va, el plano se abre, el tema principal va ganando más intensidad, y somos nosotros (el público) el que nos ponemos en la piel del propio Dega (es una música de la esperanza, pero con pocos visos de triunfo). Todo parece que acabará con la muerte de Papillon, aunque la novela y el marketing de la película nos haya predispuesto a que sobreviviría. Y el plano entonces se aproxima a Papillon, que pronuncia lo de “Hey you, bastards. I’m still here”, seguramente línea obra de Dalton Trumbo trazando quizás un paralelismo con su propia vida en Hollywood. La música sigue siendo la misma, pero la óptica de la esperanza es ya la de Papillon, optimista, y el ritmo de vals se marca más y se acelera el tempo. Pero no es la libertad aún conseguida. No interesa mostrarla claramente a los guionistas y a Schafner, porque si eso fuese así seguramente habría un postludio con Papillon haciendo su vida en libertad, o incluso publicando su libro, y seguramente con alusión al tema Gift from the sea.
Al final todo el filme parece un estudio humanista excelente, un canto a la amistad, a luchar por los objetivos, a la resiliencia o –mejor aún- a la dignidad humana y a la fuerza de la esperanza. Bueno, esto no es más que mi hipótesis. Saludos.
