Hemos restaurado la música rechazada de Henry Mancini en el filme de Alfred Hithcock Frenzy (72) y ahora es comparable con la que finalmente se eligió de Ron Goodwin, gracias a la maravillosa edición discográfica de Quartet Records que incluye ambas partituras. Para la incrustación de la música de Mancini en el filme hemos seguido las indicaciones dadas en el prolijo ensayo A Score Complete Without Themes: Henry Mancini and the Frenzy Experience, de Patricia Clare Wheeler-Condon (puedes descargarlo aquí)

Hitchcock, según se cuenta, quedó muy insatisfecho con lo hecho por Mancini durante las mismas sesiones de grabación, por considerarlo demasiado macabro. El director tenía otra idea sobre lo que creía que necesitaba la película, algo más ligero y menos traumático.

Comparando ambas versiones, parece claro que Mancini no acabó por encontrar su sitio ni su tono en el filme, aunque musicalmente su trabajo fuera -como no podía ser de otra manera- magnífico. Tampoco la versión de Goodwin es especialmente interesante. Ambos arrancan notablemente el filme en créditos, pero ambos se pierden en una película que no encuentra su propio tono.

Luis Carlos Espinosa comentó esto en un post en el Club, que por su alto interés reproduzco:

"Después de escuchar y leer el interesantísimo libreto del CD, que me parece histórico por lo que representa, mi punto es que ninguno de los dos compositores dieron con el tono de la película. Pero es que ni el propio Hitchcock dio bien con el tono, él quería hacer una película sucia mezclada con Blow-Up, y al final es un nuevo giro al falso culpable con un par de desnudos y el Londres de los setenta. Dicho esto, creo que Mancini (que según su autobiografía fue el mazazo de ser despedido de Frenzy lo que le hizo entrar en un bajón, no antes) entregó a Hitchcock su visión de la película que había hecho y no quería ver: una obra perversa, necrófila, sucia. La música chorrea a ese Londres lúgubre de los setenta, de paredes empapeladas, pero el film es luminoso, así que tampoco es eso. Y Ron Goodwin resolvió la papeleta con un tema a lo Elgar que el propio Hitchcock le pidió para celebrar su retorno a Londres después de tres décadas, lo que estaba muy bien para el ego pero nada tenía que ver con la película. El resto era música de suspense, a lo Agatha Christie, muy elegante, muy bien hecha, pero que tampoco entraba en el tono de la película. Es solo mi opinión después de escuchar el CD y volver a ver la peli las pasadas navidades. Y como música en sí misma, me parece muchísimo mejor la de Mancini."

A mi, personalmente, no me funciona nada la de Mancini, pero eso es, claro, debatible. En lo único en que sí me mostraré firme es en la famosa escena de las escaleras: la música de Mancini no aporta absolutamente nada más que lo convencional, allá donde el silencio musical finalmente elegido es mucho más devastador por la impresión de atronadora soledad, de muerte soterrada entre los ruidos de una bullliciosa Londres, y porque en el alejamiento se incrementa el crimen en el pensamiento de quien no quiere marchar pero al que la cámara obliga a marchar.

Que cada uno saque sus conclusiones: